Mi nombre es Iñaki Serrano, ingeniero de software de profesión, apasionado de la poesía y escritor en mis tiempos libres. A lo largo de mi vida, he encontrado en la escritura poética un refugio y una forma de expresar mis pensamientos y emociones. Mi pasión por la poesía comenzó en la adolescencia cuando empecé leyendo las obras de Lorca y ha ido creciendo más allá desde entonces.

Recientemente, he tenido el honor de ser el ganador del I certamen MECENAS LEGIONENSIS con mi poema "La Bailaora". Este reconocimiento me ha impulsado a continuar desarrollando mi obra poética y a compartir mi voz con el mundo.

Actualmente, estoy trabajando en un libro de poesía que lleva por título "El eco de tus caricias". Esta antología es el reflejo de mi crecimiento como poeta y la materialización de años de introspección y esfuerzo creativo. En ella, exploro temáticas como el amor, la pérdida, la naturaleza y la búsqueda de la identidad, entre otros aspectos. La poesía es, para mí, una forma de comunicar lo inefable y conectar con la sensibilidad de los lectores, y es un honor poder compartir mis versos y mi pasión con el mundo.

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Zamorano nacido en Madrid, es ávido lector desde temprana edad. Su introducción en la escritura, y participación en certámenes literarios, se produce en 2022, a raíz del fallo de un concurso en el que fueron premiados sus hijos como ganadores del mismo, el pecado de la envidia. Aficionado al Haiku, el microrrelato y la micropoesía, ha obtenido varios premios en diferentes modalidades, entre ellos, el 1er premio en el VIII Concurso de Microrrelatos Feria del Libro de Zamora, los dos premios del jurado del IV Certamen Literario "A la luna de Sayago", el 1er premio del VIII Concurso Literario de Haikus "Recuerda" y el 2º premio de poesía en el I Certamen Nacional de Relatos Cortos y Poesía Mecenas Legionensis, así como una mención especial en el 1er Certamen Internacional de poesía por el centenario de Puerto Quequén (Argentina).

(Huelva, 1973; residente en la ciudad de Toledo. Licenciado en filología inglesa). Novelista y comediógrafo. Es autor de varios libros para adultos y niños. Recientemente ha visto la luz su novela infantil detectivesca “Jenny Hill y el Caso de los 3 Diamantes” (Ediciones Palabra). Su obra gira alrededor del absurdo, persiguiendo ese humor absurdo a través de una comedia elegante, o lo intenta. Entre las principales influencias y referentes: Mihura, Jardiel, Hermanos Marx, Faemino y Cansado, Sández... Ha obtenido un buen número de premios y accésits por varios de sus relatos, libretos y guiones —algunos de los cuales han sido publicados a continuación— en diversos certámenes en lugares como Dublín, Madrid, Sierra de Francia, Carboneras, El Pardo, Marbella, Illescas, Marchena, Galapagar, Abarán, León (una muy grata experiencia), Godella, Burgos, Santander… Como autor teatral su primer estreno tuvo lugar en Nueva York; luego sus obras recalaron en Miami, y, finalmente, han sido presentadas en Madrid y otras localidades de España, así como en Grecia (donde algunas han sido utilizadas como materia de estudio por los alumnos de teatro español), se ha llevado a cabo la lectura de varias de sus obras en formato audiodrama, también en la radio, y una de sus comedias ha sido elegida para su posterior representación en el Instituto Francés en "La Noche de las Ideas" de la Unión Europea, habiendo obtenido diversos galardones por ellas. Varios de los textos de Sández han aparecido en prensa y radio. Próximamente aparecerá una peculiar novela histórica de este autor.

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Soy extremeño, nacido en Mérida en mayo del 77. Me licencié en Periodismo por la Universidad Complutense y he trabajado en diversos medios de comunicación de mi tierra: primero en Onda Cero, después en el diario Región Digital y desde 2006 en Canal Extremadura TV. Estoy casado y tengo una hija. Siempre me ha gustado leer y también de forma intermitente había sentido la tentación de escribir... Hace unos diez años me senté por fin ante el ordenador y lo que salió fue un breve texto de detectives. Lo titulé 'Divertimento Criminal', porque realmente no pretendía ser más que eso, pero lo envié a un certamen de microrrelatos y gustó al jurado. Desde entonces no he dejado de escribir y de vez en cuando obtengo algún galardón, lo cual siempre me causa (por este orden) sorpresa, alegría y unas irreprimibles ganas de encender el ordenador y dar curso a alguno de los argumentos que envenenan mis sueños. Hasta hace poco me había centrado en relatos, pero últimamente he cedido a la llamada de la poesía y hasta de la novela. Ya veremos a dónde conduce todo esto, si es que conduce a alguna parte.